Tal como lo ve Bill No. 291

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¿Para Matar o Curar las Penas?

"Creo que cuando éramos alcohólicos activos, bebíamos para matar las penas - ya fuesen físicas, emocionales o psíquicas. Por supuesto, la resistencia de cada cual tiene su límite y me imagino que sobrepasaste el tuyo - de ahí que volvieras a recurrir a la botella.

"En tu lugar, no me inundaría con una culpa devastadora por haberlo hecho; por otro lado, esta experiencia debe reforzar tu convicción de que el alcohol no sirve de forma permanente para matar las penas".

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En cada historia de A.A., el dolor ha sido el precio de admisión a una nueva vida. Pero este precio de admisión nos compró más de lo que esperábamos. Nos condujo a un grado de humildad que pronto descubrimos podía curar el dolor. Empezamos a temerle menos al dolor, y a desear la humildad más que nunca.
1. CARTA, 1959
2. DOCE Y DOCE, pág. 80