Felices – Cuando Somos Libres
Para la mayoría de la gente normal, beber significa liberación de los cuidados, del fastidio y de las preocupaciones. Es alegre intimidad con los amigos y sentimientos de que la vida es buena.
Pero no así para nosotros en esos últimos días de beber excesivo. Se fueron los placeres de antes. Había un anhelo persistente de gozar de la vida como lo hicimos una vez y una dolorosa obsesión de que algún nuevo milagro de control nos permitiese hacerlo. Siempre había un intento más – y un fracaso más.
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Estamos seguros de que Dios quiere que seamos felices, alegres y libres. Por lo tanto, no podemos suscribir la creencia de que la vida tiene que ser un valle de lágrimas, aunque así lo fue para muchos de nosotros. Pero se puso bien claro que la mayoría de las veces habíamos forjado nuestra propia desgracia.
ALCOHOLICOS ANONIMOS
pág. 139
págs. 122-123
Rondando la recaída
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Como en la adicción, en la *coadicción* la recaída siempre es un riesgo. Y
creedme, es una experiencia desagradable, porque pone en evidencia tu
recupera...
Hace 9 años
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