Renunciar a los Defectos
Al mirar aquellos defectos de los que todavía no tenemos la buena
voluntad de desprendernos, deberíamos borrar los límites rígidos que
hemos trazado. Tal vez en algunos casos diremos, "Esto no puedo
dejarlo todavía . . . ", pero no debiéramos decirnos a nosotros mismos
"Esto no lo dejaré jamás".
En el momento en que decimos, "¡No, nunca!" nuestras mentes se cierran
a la gracia de Dios. Tamaña rebeldía puede ser fatal. En cambio,
debemos abandonar los objetivos limitados, y encaminarnos hacia lo que
la voluntad de Dios ha dispuesto para nosotros.
DOCE Y DOCE, págs. 72, 73
Y... ¿dónde estoy yo?
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FreepikLos que estamos aquí, al otro lado de la adicción, nos pasamos el
tiempo tratando de buscar explicaciones a lo que está pasando en casa,
encontrar ...
Hace 7 años
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