LA IDEA DE DIOS
Cuando vimos a otros resolver sus problemas mediante una confianza
sencilla en el espíritu del Universo, tuvimos que dejar de dudar en el
poder de Dios. Nuestras ideas no servían; pero la idea de Dios sí.
ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 49
Como un hombre ciego que poco a poco va recuperando la vista,
lentamente, a tientas, llegué al Tercer Paso. Me había dado cuenta de
que sólo un Poder superior a mí mismo podía rescatarme del abismo de
desesperanza en el que estaba, y supe que éste era un Poder al que yo
tenía que agarrarme y que sería mi ancla en medio de un mar de
calamidades. Aunque en esa época mi fe era minúscula, era
suficientemente grande como para hacerme ver que ya era hora de
descartar mi confianza en mi arrogante ego y reemplazarlo con la
estabilizante fortaleza que sólo podría venir de un Poder muy superior
a mí mismo.
Y... ¿dónde estoy yo?
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FreepikLos que estamos aquí, al otro lado de la adicción, nos pasamos el
tiempo tratando de buscar explicaciones a lo que está pasando en casa,
encontrar ...
Hace 7 años
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