La Buena Voluntad es la Llave
Por mucho que deseemos intentarlo, ¿cómo puede una persona entregar su
propia voluntad y su vida al cuidado de Dios que crea existir?
Todo lo que se necesita es un comienzo, por pequeño que sea. Al haber
colocado la llave de la buena voluntad en la cerradura y tener la
puerta entreabierta, nos damos cuenta de que siempre la podemos abrir
aún más.
Aunque la obstinación puede cerrarla de nuevo de un golpe, como sucede
a menudo, siempre se nos abrirá en el momento en que aprovechemos la
llave de la buena voluntad.
DOCE Y DOCE, pág. 38
Rondando la recaída
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Como en la adicción, en la *coadicción* la recaída siempre es un riesgo. Y
creedme, es una experiencia desagradable, porque pone en evidencia tu
recupera...
Hace 9 años
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