Tal como lo ve Bill No. 154

Las Recaídas – y el Grupo


Uno de los temores de los primeros días de A.A. era el de las
recaídas. Al principio prácticamente todos los alcohólicos con quienes
tratábamos empezaban a recaer, si es que acaso lograban la sobriedad.
Otros podían permanecer abstemios seis meses, tal vez un año y luego
resbalaban. Esto siempre fue para nosotros una catástrofe. Nos
mirábamos unos a otros y decíamos: "¿Quién será el próximo?"


Pero hoy en día, aunque las recaídas son dificultades muy serias, como
grupo las tomamos con calma. El miedo se ha evaporado. El alcohol
siempre amenaza al individuo pero ya sabemos que no puede destruir el
bienestar común.


* * * * *


"No parece tener sentido discutir con los que recaen sobre el método
adecuado para volverse sobrios. A fin de cuentas, ¿Por qué los que
están tomando deben decir a los que están sobrios cómo hacerlo?
"Hay que bromear con los muchachos – pregúntales si se están
divirtiendo. Si se vuelven demasiado alborotadores o molestos, tendrás
que quitarles amablemente de en medio".
A.A. LLEGA A SU MAYORÍA DE EDAD, pág.
CARTA, 1942