Un Principio Salvador
Esta práctica de admitir los defectos personales ante otra persona es,
por supuesto, muy antigua. Cada siglo la ha revalidado, y caracteriza
la vida de todas las personas espiritualmente centradas y
verdaderamente religiosas.
Pero hoy en día no es la religión la única abogada de este principio
salvador. Los siquiatras y los sicólogos enfatizan la profunda
necesidad que tiene cada ser humano de mirarse a sí mismo y conocer
sus propias características de personalidad así como de discutirlas
con otra persona comprensiva y confiable.
En cuanto concierne a los alcohólicos A.A. va aún más lejos. La
mayoría de nosotros podríamos declarar que sin una valerosa admisión
de nuestros defectos ante otro ser humano no nos sería posible
permanecer sobrios. Parece obvio que la gracia de Dios no podrá entrar
para expulsar nuestras obsesiones destructivas, mientras no estemos
dispuestos a intentarlo.
DOCE Y DOCE, págs. 60-61
Y... ¿dónde estoy yo?
-
FreepikLos que estamos aquí, al otro lado de la adicción, nos pasamos el
tiempo tratando de buscar explicaciones a lo que está pasando en casa,
encontrar ...
Hace 7 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario