La Excusa Espiritual
Es probable que nuestros primeros intentos para hacer un inventario sean poco realistas. Solía ser campeón de la autoevaluación poco realista. En ciertas ocasiones quería considerar únicamente aquellas partes de mi vida que parecían buenas. Entonces, exageraba prodigiosamente las virtudes que creía haber logrado. Luego, me felicitaba a mí mismo por el buen trabajo que estaba haciendo en A.A.
Naturalmente, esto engendraba en mí un feroz anhelo de aún más "logros", y aún más aprobación. Estaba volviendo precipitadamente a la pauta de mis días de bebedor. Allí estaban las mismas aspiraciones – de poder, fama y aplausos. Tenía además la mejor excusa conocida – la excusa espiritual. El hecho de tener en realidad un objetivo espiritual hizo que esa pura tontería pareciera lo perfectamente apropiado.
GRAPEVINE, Junio de 1961
Y... ¿dónde estoy yo?
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FreepikLos que estamos aquí, al otro lado de la adicción, nos pasamos el
tiempo tratando de buscar explicaciones a lo que está pasando en casa,
encontrar ...
Hace 7 años
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