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jueves, 24 de octubre de 2013

Las tradiciones Toman Forma

Las Tradiciones
toman forma
La modestia: un elemento de las
buenas relaciones públicas
Agosto de 1945

(Fragmento del Libro "El Lenguaje del Corazón" compilación de escritos de Bill W.)

... A los lectores del número de julio del Grapevine, les dejó asombrados y les hizo pararse a reflexionar el artículo publicado acerca del movimiento Washingtoniano. Nos resultaba difícil de creer que, hace cien años, en los periódicos de este país aparecieran reportajes entusiásticos acerca de cien mil alcohólicos que se ayudaban unos a otros a mantenerse sobrios; que hoy día la influencia de esta buena obra haya desaparecido tan completamente que muy pocos de nosotros hemos oído hablar de ella.
Echemos una mirada al articulo del Grapevine sobre los Washingtonianos y citemos algunas frases: "Mitin popular en 1841, en el Parque del Ayuntamiento de la Ciudad de Nueva York, atrajo a un auditorio de 4,000 personas. Los oradores hablaban subidos en barriles de ron." "Desfiles triunfales en Boston. El histórico Faneuil Hall estaba hasta los topes." (¿Autopromoción exagerada - exhibicionismo? En cualquier caso, suena muy alcohólico, ¿no?) "Los políticos miraban con ojos ávidos al creciente número de miembros... sus intentos de reclutar votos contribuían a echar a perder los grupos locales." (Nuevamente, huele a ambición personal, y también a una innecesaria participación de los grupos en cuestiones polémicas; la cuestión de más actualidad del momento era la abolición de la esclavitud.) "Los Washingtonianos se sentían muy seguros de sí mismos... despreciaban los antiguos métodos." (Quizás un poco arrogante. No podían aprender de los demás y llegaron a competir, en lugar de cooperar, con otras organizaciones de su mismo campo.)
Al igual que los AA, los Washingtonianos originalmente tenía un solo objetivo: "Se interesaba únicamente en la rehabilitación de los borrachos y Sostenía que no era asunto suyo el que otras personas, que parecían ser poco afectadas por ello, utilizasen el alcohol." Pero más tarde apareció una nueva tendencia: "En las organizaciones locales más antiguas, había una división - algunas permitirían vino y cerveza - otras clamaban a gritos por promulgar leyes que prohibieran el alcohol - en su celo por conseguir nuevos miembros, reclutaron a mucha gente bebedora, pero no necesariamente alcohólica." (Así, el firme y sencillo propósito original del grupo se disipó en vanas controversias y objetivos divergentes.)
Además: "Algunos [de los grupos locales de los Washingtonianos] echaron mano de sus arcas para financiar sus propias publicaciones. No había normas editoriales globales. Los editores de los periódicos locales se metieron en riñas con los editores de los periódicos de temperancia." (Aparentemente, el problema no estaba en el hecho de que tuvieran publicaciones locales. Era más bien que los Washingtonianos dejaron de aferrarse a su propósito original que les hubiera evitado entrar en peleas con nadie; y también el hecho patente de que no tenían ninguna política nacional de relaciones públicas, ni una tradición que todos los miembros estuvieran dispuestos a seguir.)
Estamos seguros de que, silos Washingtonianos originales pudieran regresar a este planeta, estarían encantados de vemos aprender de sus errores. No considerarían nuestros comentarios como una crítica sin objeto. Si hubiéramos vivido en su época, podríamos haber cometido los mismos errores. Tal vez ahora estemos empezando a cometer algunos de ellos.
Así que debemos examinarnos constante y detenidamente, a fin de tener la perpetua seguridad de que, dentro de nuestra Sociedad, siempre seamos lo suficientemente fuertes y estemos suficientemente fijados en nuestro único propósito como para relacionamos apropiadamente con el mundo exterior.
Ahora bien, ¿Tiene AA un política de relaciones públicas? ¿Es todo lo buena que pudiera ser? ¿Son claros sus principios primordiales? ¿Puede responder a futuros cambios de circunstancias?
Ahora que nos encontramos cada vez más a la vista del público, estas preguntas van cobrando mayor importancia para muchos AA. En el número de septiembre del Grapevine, voy a tratar de resumir nuestras normas actuales de relaciones públicas, cómo se desarrollaron y en qué, al parecer de la mayoría de los miembros veteranos de AA, podrían mejorarse para responder con más eficacia a nuestros nuevos y más urgentes problemas.
¡Que siempre estemos dispuestos a aprender de la experiencia!

Las "reglas" son peligrosas

pero la unidad es vital

domingo, 13 de octubre de 2013

El Lenguaje del Corazón -Noviembre de 1949

Fragmento del Libro "El Lenguaje del Corazón" escritos de Bill W.

Una sugerencia para elDía de Acción de Gracias(*)

(*)dedicamos actualmente el mes de Noviembre a las Tradiciones de AA

Noviembre de 1949
Sazase ha propuesto la posibilidad de que AA dedique la semana de Acción de Gracias a reuniones y meditaciones sobre la Tradición de Alcohólicos Anónimos. El amigo que ingenió esta idea te dice por qué le parece buena. Me siento plenamente de acuerdo con lo que dice él, y espero que tú lo sientas también.
Antes de unirnos a AA, los alcohólicos de vez en cuando podíamos lograr ese dudoso estado que se llama "la sobriedad, punto." Solo Dios o un borracho seco pueden atestiguar lo lúgubre y vacía que es esta supuesta virtud. ¿Por qué? Todo AA sabe por qué: nada ha reemplazado a la bebida de la víctima; sigue siendo un hombre afligido por el conflicto y la desunión. Entonces, le llegan los Doce Pasos de recuperación y le producen un cambio de personalidad. El desgarrado candidato se siente reintegrado, hecho de una sola pieza. Entendemos perfectamente lo que él quiere decir, porque está describiendo el estado de unidad; está hablando de la unidad personal. Sabemos que tiene que esforzarse por mantenerla y que, sin ella, no puede sobrevivir.
¿No se aplicará el mismo principio a AA en su totalidad? ¿No es cierto también que no hay un peligro mayor para el alcohólico que el de dar por supuesta su sobriedad? Si la cuidadosa aplicación de este sano principio es para él una cuestión de vida o muerte, ¿por qué no lo es igualmente para el grupo de AA, y para toda nuestra extensa Sociedad?
No obstante, muchos de nosotros seguimos considerando como algo seguro la unidad de Alcohólicos Anónimos. Parece que nos olvidamos de que toda la sociedad moderna se encuentra en una peligrosa y contagiosa "borrachera seca." Evidentemente, pretendemos que somos tan diferentes de otros hombres y mujeres que la desintegración no nos puede tocar. Nuestra unidad nos parece un regalo del cielo del que nosotros los AA podemos disfrutar perpetuamente sin hacer el menor esfuerzo.

No es mi intención el criticar, porque nuestra actitud actual es bastante natural. Se deriva del hecho de que ninguna sociedad ha disfrutado en su infancia de más protección providencial contra la tentación y contra las desgracias que la nuestra. Hemos tenido pequeños problemas, pero ninguno tan grave como para poner a prueba nuestra fuerza adulta. No es de extrañar que nos sintamos un poco suficientes y satisfechos de nosotros mismos. Con toda seguridad no sería ceder al temor ni tener falta de fe, predecir que nos espera una época de pruebas más duras. Cuando reflexionamos sobre nuestra situación, esto es lo que la simple prudencia y previsión nos dicen.

Las Doce Tradiciones de Alcohólicos Anónimos son la destilación de nuestra experiencia de nuestro vivir y trabajar juntos. Sirven para aplicar el espíritu de los Doce Pasos para la recuperación a la vida y la seguridad del grupo. Tienen que ver con nuestras relaciones entre nosotros mismos y con el mundo exterior; expresan nuestras actitudes hacia el poder y el prestigio, hacia el poder y el dinero. Su intención es evitarnos las afiliaciones seductoras y las grandes controversias; y poner los principios muy por encima de las ambiciones personales. Como muestra de esto último, nos piden que mantengamos el anonimato personal ante el público como protección para AA y como prueba del hecho de que nuestra Sociedad tiene la intención de practicar la verdadera humildad.

Para la información del público en general y para la instrucción de los nuevos miembros de AA, se acaban de publicar las Doce Tradiciones en una "forma corta" muy condensada, la cual esperamos que tenga una lectura tan amplia y que sean tan bien comprendidas como los Doce Pasos de recuperación. Si esto sucede, se disminuirán nuestros dolores de crecimiento y empezaremos a acumular una gran cantidad de seguridad para los años venideros.

¿Qué podría ser, entonces, más apropiado que reservar la semana de Acción de Gracias para dedicarla a discusiones de los valores prácticos y espirituales que podremos encontrar en nuestras Tradiciones? Podríamos así reforzar nuestra fe en el futuro por estos prudentes medios; podríamos mostrarnos dignos de seguir recibiendo ese don inapreciable de unidad que Dios con su sabiduría nos ha concedido tan generosamente a nosotros los Alcohólicos Anónimos en estos años tan importantes de nuestra infancia